Antonio Crasto, originario de Mogoro (en la provincia de Oristano), nació el 07/01/1944 y vive en Cagliari. Se gradúa en Física en la Universidad de Turín. Se especializa en geofísica y física de la atmósfera y ha trabajado como oficial geofísico del Servicio de Meteorología de la Fuerza Aérea Italiana.
Apasionado de antiguas civilizaciones, astronomía y fotografía, ha dedicado parte de su tiempo libre al estudio de la antigua civilización egipcia, dirigiendo sus investigaciones especialmente sobre los calendarios y la cronología egipcia, campos que parecen aún hoy misteriosos y que siguen exigiendo profundizaciones.
Ha elaborado así una nueva definición del calendario religioso egipcio y definido una nueva cronología larga (Manetón/Crasto).
Ha publicado tres ensayos sobre el antiguo Egipto:Hassaleh – L’occhio di Horus. Manetone aveva ragione!, Dendera. La sacra terra della dea, I Mitanni alla corte dei faraoni. Se pueden leer los índices y algunas notas en el sitio www.ugiat-antoniocrasto.it Hoy Antonio es un huésped bienvenido a nuestra sección de Entrevistas.
Desde siempre he sido un apasionado de las antiguas civilizaciones y desde hace unos 20 años he orientado mis lecturas y mis estudios hacia la civilización egipcia. En este modo, he verificado que existían dos problemáticas importantes: la definición del calendario religioso y su relación con el calendario civil y la determinación de la cronología egipcia.
He elaborado dos hipótesis contracorriente. He supuesto que el calendario religioso no fue inaugurado en coincidencia con el año nuevo de un año civil, sino en coincidencia de la salida helíaca de Sirio con el solsticio de verano. En cuanto a la segunda problemática he considerado una larga cronología, basada en los datos de Manetón (africano), sucesión temporal que lleva a considerar el inicio de la primera dinastía alrededor del 3850 a.C., en lugar del 3100 a.C. aproximadamente, así como supuesto por las cronologías muy cortas convencionales.
Las pirámides de egipto |
P2. ¿Por qué el Antiguo Egipto aún despierta un gran interés, incluso entre los no expertos?
Existen, en mi opinión, algunas formas de interés. En primer lugar el estupor por la maravilla de los monumentos egipcios, luego al entrar en el conocimiento de la civilización egipcia, nos damos cuenta de la grandeza de la cultura egipcia y de cómo, muy probablemente, allí se encuentran las raíces de la civilización occidental.
El estudio lleva a individuar diversos campos de investigación, estimulando así el interés y el deseo de búsqueda.
P3. ¿Le parece merecida la fama del Faraón Amenophi IV (Akhenatón), que murió casi hace 3.500 años?
La figura del rey Amenhotep IV/Akhenatón presenta muchos aspectos todavía misteriosos, que han contribuido a hacer de él uno de los personajes más estudiados, amados y criticados.
Podemos recordar:
– el nuevo culto del dios solar Atón-Ra, casi en contraposición al culto del dios Amón de Waset/Tebas;
– el hecho que se declaró el único intermediario entre Atón-Ra y el pueblo egipcio;
– la damnatio memoriae decretada, en los últimos años de su reinado, por el dios Amón;
– el cambio de estilo artístico, caracterizado, también en relación con la familia real, desde escenas de vida familiar;
– la misteriosa representación de su imagen y la de los personajes de su familia, que ha hecho suponer, por un lado, una grave enfermedad deformante y, por otro, el deseo de aparecer andrógino (varón y mujer), como el Creador.
P4. El egiptólogo Arthur Weigall llamó Akhenatón un romántico dotado de todas las virtudes y aislado en un mundo que le era muy difícil. ¿Qué piensa?
Considero errada esta hipótesis. Estudié el período de Amenhotep III y Amenhotep IV/Akhenatón y llegué a la conclusión que cuánto se hizo fue dictado por razones prácticas de supervivencia de la dinastía. Me explico: pienso que la actividad eruptiva y por eso explosiva del volcán de la isla de las Cícladas, Thera (hoy Santorini), haya provocado varias problemáticas naturales y sanitarias. Creo que sean verídicas las diez plagas descritas en la Biblia y que estas circunstancias naturales de gran peligro hayan provocado una emergencia médica muy grave, tal vez de peste bubónica.
Así hallan justificación:
– el deseo de volver al viejo culto solar de la Era del Tauro, el dios Ra-Horakhty, deseo surgido de la idea que de alguna manera el Creador no le hubiera gustado el cambio de divinidad solar y la introducción del dios Amón al principio de la Era del Aries;
– la escasez de herederos varones de Amenhotep III;
– el desplazamiento del palacio real de Amenhotep III y del corregente Amenhotep IV de la ciudad de Waset/Tebas al sitio de Malqata en el desierto occidental, (lugar tradicionalmente dedicado a las necrópolis y a los templos funerarios), desplazamiento que puede ser visto como una cuarentena para salvar la dinastía;
– la creación de una nueva capital, Akhetaton, en el quinto año de corregencia, en el intento de duplicar las líneas dinásticas y la posibilidad de supervivencia de los soberanos y de sus herederos.
Akhenatón |
Los aspectos que conducen Arthur Weigall a imaginar un carácter romántico de Akhenatón son, en mi opinión, debidos a una situación familiar anómala, escondida por razones de Estado.
Considero que los hijos de Amenhotep III no fueran hijos de la Gran Esposa Real Tiye (como escrito en los documentos), pero sí de la segunda esposa, la joven princesa de Mitani, Gilu Heba/Nefertiti, prima de Tiye y casada en el décimo año de reinado. Esta disponibilidad de conceder a la prima sus hijos produjo a Nefertiti la estima y la gratitud del rey. En el trigésimo año de reinado Amenhotep III, en ocasión del primer jubileo, nombró corregentes Gilu Heba/Nefertiti y su hija Amenhotep IV. Pienso en efecto que Amenhotep IV fuera la hija mayor de Amenhotep III y Nefertiti y que por razones de Estado fue transformada secretamente en un joven muchacho, cosa facilitada por su corta edad (unos 14 años).
La pareja madre e hija no podía que manifestarse en manera particular. El rey mujer Akhenatón dejó los aspectos militares y administrativos a la madre y al enigmático Ay, casi seguramente Yuia, el padre de la reina madre Tiye. Akhenatón se dedicó principalmente a la religión y al arte y se hizo representar en familia con las actitudes de una madre en vez que en los hieráticos de un soberano.
P5. Está enraizada la convicción entre los egiptófilos que la escritura del Salmo bíblico 104 ha sido fuertemente influenciado por el texto, que pertenece a Akhenatón, del Himno a Atón. ¿Sucedió realmente así?
En este sentido creo que el Moisés del Éxodo fuera el visir Ra-mose de Amenhotep III y Amenhotep IV. Su espléndida tumba en el Valle de los Nobles fue dejada incompleta y es cierto que Ramose no fue nunca sepultado allí ni siguió Akhenatón en la nueva capital.
Ramose/Moisés habría vivido luego en la corte y habría conocido las vicisitudes del reino y los aspectos de la nueva religión. Es muy probable que conociera el Himno a Atón, tal vez escrito en los primeros años de corregencia.
Una vez efectuado el Éxodo, Moisés se inspiró a la nueva religión egipcia, definiendo un culto monoteísta, el único que le habría permitido un contacto directo con el Creador y la institución de un fuerte poder teocrático.
Todavía hay que tener en cuenta que, como parece entenderse a partir de los escritos de Manetón, los sacerdotes implicados en el culto de Atón hayan preferido, después del asesinato de Akhenatón y Nefertiti, seguir Moisés y su pueblo, en vez de renegar su credo. También considero probable que estos religiosos egipcios hayan constituido propio el grupo de sacerdotes que ayudaron a Moisés a construir la nueva religión.
Akhenatón y Nefertiti |
P6. Nefertiti, la esposa de Akhenatón, se ha convertido en el símbolo de la belleza de la mujer egipcia. ¿Es apropiado recordarla sólo por su aspecto agradable?
Es imposible negar la belleza de Nefertiti, ya que su nombre egipcio significa la hermosa ha llegado y que sus muchas representaciones parecen confirmar su buena apariencia física.
Pero pienso que Nefertiti haya sido, como ya se ha dicho, una esposa, una madre, una reina y al final una soberana de notable espesor político. Fue casi seguramente ella y el tío Yuia/Ay a inspirar la política durante el difícil período de Amarna. Las dificultades causadas por la emergencia sanitaria no le permitieron llevar ayuda al fraterno pueblo de los Mitani y a los otros pueblos fieles a Egipto, que fueron atropellados por la potencia emergente de los Hititas.
P7. Los antiguos egipcios fueran politeístas, con la excepción del período de Amarna. ¿Desea presentar brevemente las principales deidades del Antiguo Egipto?
Creo que el politeísmo egipcio sea muy particular. Mis estudios sobre la cosmogonía y la casi olvidada religión estelar egipcia, me han sugerido una interpretación diferente a la comúnmente aceptada.
No se debe hablar de muchos dioses puestos al mismo nivel, sino de la personificación y deificación de manifestaciones del Creador.
Heródoto nos dice que los Egipcios tuvieron inicialmente ocho dioses principales y que este grupo se amplió más tarde a doce. Por eso se verificaron variaciones en este último grupo.
Por tanto es necesario tener en cuenta las distintas fases de la cosmogonía. El Creador no fue personificado, sino visto en un Océano Primordial, donde nacieron o fueron creados los elementos primordiales, las leyes físicas y ocho entidades, masculinos y femeninos, dos a dos contrapuestas (Ogdoada).
La manifestación de la Creación se concretizó con la formación de las agregaciones estelares, coincidiendo con el predominio de las entidades femeninas (representadas por mujeres con cabeza de serpiente) y gracias a la agregación de las partículas elementales de acuerdo con las leyes físicas y la armonía cósmica.
Los Egipcios personificaron y deificaron los astros del Sistema solar. Dado que ellos volaban altos en el cielo, fueron considerados como halcones/horus, individuados por algunos atributos.
Tenemos así:
– el Sol (femenino)/energía gravitacional fue considerado un planeta hoy desaparecido (X) y asociado a la deidad Horus el antiguo, cuyos ojos habrían sido de la diosa Hathor y del último su hijo Sah;
– el Sol (masculino), hijo de la energía gravitacional Horus el antiguo/Hathor, fue asociado a Ra-Horakhty (el halcón del doble horizonte), cuyos ojos habrían sido de la diosa Sekhmet y de la diosa Bastet, mientras la armonía del sistema solar habría sido personificada por la diosa Maat;
– el planeta Mercurio fue asociado al dios Horus el joven y a la divinidad Sobek, en virtud de su doble valencia (mañana y tarde);
– la Tierra fue asociada al dios Geb (no un horus porque la Tierra no era vista volar en el Cielo);
– el planeta Júpiter fue asociado a la divinidad Atum/Min-Horus que conoce el misterio;
– el planeta Saturno fue asociado a la divinidad Phtah-Horus el Tauro.
Esta situación fue modificada por la llegada de un planeta ajeno al Sistema solar o procediente de su periferia.
En pocas palabras el planeta, asociado a la serpiente Apophis, colisionó con el planeta X y su satélite, causando las siguientes variaciones:
– la corteza del planeta X explotó y se formó el Cinturón de los Asteroides, asociado a la nueva diosa del cielo Nut;
– el núcleo del planeta X se desplazó hacia el Centro del Sistema solar y entró en una nueva órbita solar, convirtiéndose en el planeta Venus, asociado a la Fénix;
– el satélite de X se trasladó hacia el Centro del Sistema solar y entró en una nueva órbita de la Tierra, convirtiéndose en la Luna, asociada al dios Thoth (dios de las ciencias);
– el planeta ajeno fue ralentizado y entró en una órbita solar entre la del ex planeta X y la de la Tierra, convirtiéndose en el planeta Marte, asociado al dios Montu.
Dioses egipcios |
De las viejas ocho deidades (Horus el antiguo/Hathor, Sah, Ra-Horakhty, Horus el joven, Sobek, Geb, Atum/Min y Phtah ) se consideraron muertas Horus el Antiguo/Hathor y Sah y transfiguradas respectivamente en las estrellas alfa de las constelaciones del Canis Major (Sirio) y de Orion (Betelgeuse).
A las seis deidades restantes se añadieron así las nuevas cuatro divinidades: Nut (la Fénix), Thoth y Montu, a las que hay que añadir las dos deidades transfiguradas Hathor y Sah.
Al comienzo de la Edad de los faraones se sintió la necesidad de crear una nueva religión, que fuera una alegoría del Diluvio Universal, un aglutinante del Egipto unificado, que contuviera un aspecto moral, que la antigua religión no tenía.
Fue creado así el mito de Osiris/Egipto, asesinado por su hermano Seth, pero en realidad murió ahogado por la inundación del Mediterráneo y del Nilo.
Egipto inundado fue el reino de Seth, pero milagrosamente Osiris, muerto y momificado, generó un individuo de sexo masculino (Horus), hijo de la hermana y esposa (Isis), la cual lo dió a la luz y lo crió en los cañaverales del Delta.
Una vez que se hizo adulto, Horus (hijo de Isis) disputó el reino del Delta al tío usurpador y, una vez desecado el entero Egipto, pretendió gobernar sobre el entero Egipto unificado, dejando a Seth el reino de las zonas desérticas.
La nuevas divinidades llevaron a nuevas asociaciones planetas-dioses:
– Osiris, como deidad muerta y transfigurada, fue asociado a Sah y a la constelación de Orión, sino también a la Luna, en virtud del Creciente lunar de catorce días, cuántas fueron las partes en las que fue desmembrado su momia;
– Isis, como diosa madre, fue asociada a Hathor y a la constelación del Canis Major (Sirio);
– Horus, hijo de Isis, fue asociado a Venus, porque representaba el renacimiento de Egipto.
Esta complicada situación fue parcialmente distorsionada por los diferentes Centros sacerdotales que quisieron ver el nacimiento de los dioses en la Tierra en una isla primordial, coincidente con la zona de su Centro sacerdotal: Heliópolis, Menphy, Hermópolis, Tebas.
Fueron creados otras deidades, a menudo con valencia ciudadana, y en algunos casos fueron reutilizados los nombres de las precedentes divinidades estelares, como en el caso del dios de Menphy (Phtah) y del dios de Waset/Tebas (Amón).
P8. ¿Cuánta importancia dieron los antiguos egipcios al estudio y a la cultura?
El estudio y la cultura no eran un derecho reconocido para todos. El pueblo era analfabeta, mientras el estudio estaba reservado a los personajes de la Casa Real, a los nobles y a los sacerdotes.
P9. Usted ha creado el interesantisimo sitio web «Antico Egitto» (http://www.ugiat-antoniocrasto.it), muy apreciado por los egiptófilos y por los egiptólogos. ¿Cuáles son sus objetivos?
He creado el sitio tanto para difundir en modo simple y gratuito mis conocimientos y mis descubrimientos como para publicitar mis trabajos (libros y artículos).
P10. ¿Actualmente en que está trabajando y cuáles son sus planes para el futuro?
No tengo en el momento un trabajo particular que señalar. Sigo estudiando y hago conocer mis trabajos con conferencias e participaciones en facebook, donde he creado y administro el apreciado grupo, HASSALEH–L’OCCHIO DI HORUS.
Junto con el editor de mi último ensayo estamos realizando una colaboración con algunas organizaciones egipcias, consistente en el conocimiento del antiguo Egipto a través de viajes, traducciones de libros y artículos.