Licenciada en Conservación del Patrimonio Cultural (con énfasis en Arqueología oriental) en la Universidad de Boloña con una tesis en Egiptología, en el 2008 consiguió una maestría en ámbito arqueológico (Oriente y Occidente en la antigüedad: historia, arqueología y tradición literaria), otorgada por la Universidad de Génova, siempre con una disertación en Egiptología. Desde el 2007 trabaja en el Museo Egipcio de Turín como operador didáctico especializado en visitas guiadas y laboratorios para niños y adultos. Desde el 2008 colabora también con el Centro Estudios de Egiptología y Civilización copta J.F. Champollion y la Academia Aegyptica de Génova. Participó en diversas misiones arqueológicas en Egipto (Luxor). Colaboradora del centro estudios Archeoricette y directora del departamento de arqueología del Antiguo Egipto y del Cercano Oriente. Autora de A spasso nel tempo. Scopri i segreti della terra dei faraoni (2011), Piramidi e pentole (2014), Gerusalemme: l’Ultima Cena (2015), publicados por Ananke.
Museo Egizio – Torino |
P1. ¿Cuándo y por qué nació su interés por el Antiguo Egipto?
Ya de niña en mí despertaba interés todo lo que era antiguo, a cinco años quería ser arqueóloga y la idea nunca me ha abandonado. El interés por el Antiguo Egipto se desarrolló posteriormente.
P2. ¿Por qué el Antiguo Egipto aún despierta un gran interés, incluso entre los no expertos?
Desde la época romana en adelante Egipto ha siempre ejercido una poderosa fascinación: su monumentalidad, su ser exótico, y sobre todo aquel halo de misterio dictado por la falta de conocimiento de algunos aspectos.
P3. ¿Le parece merecida la fama del Faraón Amenophi IV (Akhenatón), que murió casi hace 3.500 años?
Como dije anteriormente, la falta de conocimiento de algunos aspectos lleva a exasperar el interés en un determinado aspecto: la época de Amarna, la así llamada herejía, la damnatio memoriae de Akhenatón, las representaciones que rompen con los canones estéticos precedentes, sin duda son elementos que han hecho sí que la figura de Amenophis IV (Akhenatón) sea controvertida.
Culto al dios Atón |
P4. El egiptólogo Arthur Weigall llamó Akhenatón un romántico dotado de todas las virtudes y aislado en un mundo que le era muy difícil. ¿Qué piensa?
Con un giro de palabras definiría romántico el querer considerar romántico al faraón Akhenatón. No debe ser subestimado el movimiento político de un faraón que veía ahora en mano de las clases sacerdotales un poder casi comparable al suyo.
P5. Está enraizada la convicción entre los egiptófilos que la escritura del Salmo bíblico 104 ha sido fuertemente influenciado por el texto, que pertenece a Akhenatón, del Himno a Atón. ¿Sucedió realmente así?
Nadie puede decir cómo fue realmente. Puede haber sido una influencia como no, hay otros casos de seudo sincretismo literario, en el Libro de los Muertos al capítulo 125 se dice: «Dio pan al hambriento y agua al sediento y vestidos al desnudo y a quién era sin barco un transbordador…». ¿Sincretismo o la misma idea de caridad?
P6. Nefertiti, la esposa de Akhenatón, se ha convertido en el símbolo de la belleza de la mujer egipcia. ¿Es apropiado recordarla sólo por su aspecto agradable?
Es bastante limitado recordar a Nefertiti sólo por su aspecto agradable y añadiría también incorrecto. Ciertamente su busto en Berlín es notable, pero deberíamos abandonar ese interés a la wunderkammer típico de los siglos pasados, que indució también a notables errores de interpretación.
Nefertiti y Akhenatón |
P7. Los antiguos egipcios fueron politeístas, con la excepción del período de Amarna. ¿Desea presentar brevemente las principales deidades del Antiguo Egipto?
Creo que el aspecto religioso del Antiguo Egipto sea, quizás, el aspecto más complejo porque lo que mayormente podría estar contaminado por nuestro modo de ver y de creer. Aspecto bastante disminuido por las tradiciones griegas, que por múltiples siglos fueron nuestras únicas fuentes. A primera vista la cultura religiosa en el antiguo Egipto puede parecer muy homogénea pero existían numerosas variaciones, basta pensar en las diferentes cosmogonías, mitos de la creación del mundo, que coexistían. A la base todas tenían un principio creador, pero el padre creador cambiaba de cosmogonía en cosmogonía. A los conceptos de monoteísmo y politeísmo añadiría el de henoteísmo, una especie de término medio. Además pondría el énfasis en el Ba, o sea una forma espiritual de manifestación que poseían también las divinidades: más potente era la deidad más manifestaciones tenía.
P8. ¿Cuánta importancia dieron los antiguos egipcios al estudio y a la cultura?
¡Respondería a esa pregunta con una frase tomada de la Enseñanza de Khety o Sátira de los oficios del Medio Reino, un texto sapiencial donde el padre quiere convencer al hijo de que la carrera de escriba es la mejor que se pueda afrontar y que se puede resumir con deberías amar la escritura más que tu madre!
P9. Usted, como ha ya dicho anteriormente, trabaja en el prestigioso Museo Egipcio de Turín. ¿Tiene tiempo para efectuar también actividades de investigación?
Al Museo Egipcio me ocupo de didáctica, luego continuaré con visitas guiadas y laboratorios, mientras mi actividad de investigación está ligada más al Centro Estudios Petrie (un Centro que tomando el nombre del arqueólogo inglés Petrie, activo tanto en Egipto como en Tierra Santa), tiene por objeto promover, difundir y valorizar las actividades históricas y arqueológicas relacionadas con los territorios de Egipto y de Palestina, con particular atención a la cultura material de las diversas civilizaciones que se sucedieron en esas áreas.
P10. ¿Actualmente en que está trabajando y cuáles son sus planes para el futuro?
Acaba de salir el libro Gerusalemme: l’Ultima Cena, realizado junto al colega Generoso Urciuoli, el arqueólogo de la comida, inventor del proyecto Archeoricette y con el cual colaboro. Ahora nos estamos ocupando de la promoción, con presentaciones en toda Italia … y después Archeoricette, los proyectos del Centro Estudios Petrie … ¡la agenda está llena!